sust. masc.
Sistema de los que creen que Dios es el Universo. De acuerdo a los más recientes estudios de los historiadores de las religiones y los teólogos, los llamados politeísmos antiguos, es decir, las religiones que mostraban la existencia de muchos dioses, en realidad eran formas de monoteísmo panteísta en que no se establece una diferencia esencial entre lo creado y el creador, y, en cambio, se aceptan las fuerzas naturales, tanto las del universo exterior como las del universo íntimo del hombre, como grandes expresiones de Dios. Así, los dioses vienen a constituir expresiones de un único y supremo Dios universal. Estados intermedios de este concepto religioso estarían representados por los cultos animistas, en que los hombres no osan dirigirse a Dios sino a los espíritus que sirven de intermediarios, o a las creencias populares comunes en muchos países católicos, en que el vulgo hace sus ruegos a determinadas representacions de la Virgen, considerando que unas son más milagrosas que otras, sin tomar en cuenta que son la misma Madre de Jesucristo. Una visión superficial de esta clase de fenómenos del vulgo, hacen que, para algunos musulmanes y cristianos protestantes los católicos merezcan, injustamente, el calificativo de idólatras, que, a su vez, los católicos aplican a otros religiosos como los hindúes.